En cambio, ha sido el frío, consecuencia de la falta de luz, lo que me ha recordado que no tenía toda la mañana para estar dándole vueltas a la cabeza. Por más que me haya abrigado, el tramo desde la puerta de cristal hasta el pequeño punto caliente común para todos, me ha resultado helador. Y es allí donde mi vida, por medio de una conversación tan insulsa que podría haberse obviado en cualquier otro momento, ha cobrado realidad, y se ha olvidado, un despertar más, de los extraños seres que me persiguen en el sueño.
“A propósito del sueño, esa siniestra aventura de todas nuestras noches, debemos decir que los hombres se van a la cama diariamente con una audacia que sería incomprensible si no supiéramos que es el resultado de la ignorancia del peligro.
1 comentario:
Simplemente, me encanta.
Gracias por compartir con nosotros los pequeños detalles de tu día a día, así podemos disfrutar leyendote.
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