jueves, 29 de noviembre de 2007

Recordando, haciendo memoria

En el ambiente se podía percibir de todo. Odio, frustración, angustia, prisa, rabia, estrés...
Pero aquél personaje que andaba tranquilamente perdido, se nos acercó y alzó la voz.

-¿Cuál es el santo de las zapatillas?

Por un momento el ambiente se congeló. Todos callados, aguardando la respuesta, o más bien preguntándonos de dónde había salido semejante persona.

-San Dalias.

Y el caos regresó.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Verde, marrón, y negro


Cuando llegó el día de elegir, ellos ya habían elegido. Todos lo sabíamos, y a ninguno nos sorprendió. Mientras el resto valorábamos distintas opciones y removíamos cielo y tierra en busca de algo que nos orientara, ellos se limitaban a caminar por el mismo camino que emprendieran años atrás. Lo que para algunos fue un gran salto de cabeza en un pozo de interrogantes, para ellos sólo fue un paso más.

Por eso me impresiona tanto que los caminos se tuerzan formando ángulos que no caben en una circunferencia. El hilo que había que seguir se envuelve en un solenoide de dudas divergentes, y las ramificaciones son infinitas. El destino, el azar, la providencia, o un repentino enamoramiento, son suficientes para poner en equilibrio los cimientos de una decisión meditada. Y las puertas que se cierran son pocas frente a las que se abren, aunque nunca en la misma dirección.

Ánimo a los dos, no me queda mas que desearos la mayor de las suertes. Como decían hace años, Ni ganar ni perder, lo que embruja es el riesgo.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Conversaciones de paso(II)

El Pepus Ibericum, que tranquilamente iba sentado en el tranvía, se vio rodeado repentinamente por una trío de señoras que le acorralaron. Al pasar por delante del cementerio, una de ellas tomó la palabra.

-Pues yo voy todos los días a ponerle flores a mi marido. Es algo que hago siempre, aunque no lo voy contando por ahi, claro.

-Pues yo no, -Dijo la segunda, al tiempo que se giraba para mirar fíjamente al Machus- total, ¿qué flores le voy a poner, con lo mal que me trataba?

miércoles, 21 de noviembre de 2007

En busca del chiste perdido (I)

Pues inauguro hoy la nueva sección del blog, en la que trataré de plasmar con la mayor fidelidad posible, el continuo enfrentamiento verbal que me acarrean mis encuentros diarios con Inma. Como consecuencia de tan ardua batalla, hemos decidido lanzarnos a la búsqueda del peor chiste jamás contado. He seleccionado el siguiente chiste como inaugurador, pues ha sido la chispa que ha provocado esta des-graciada explosión. Se admiten colaboraciones.

Se encuentran el uno y el diez.
Le dice el primero al segundo:

-Yo soy tú, per sincero.

En fin, veremos cuanto aguanta...

martes, 20 de noviembre de 2007

Apuesta por el 71, Rojo.

Lo primero que vi de él, exprimiendo mi cara para que mis ojos me dieran algo de visión, fue una mano saludando por encima de las cabezas de la gente que esperaba al autobús. Lo cual significaba que él ya me había visto a mi antes, y no podría escaquearme. El día ya iba bastante mal, y aquél encuentro no iba a mejorarlo precisamente. Sabía la pregunta que me iba a hacer, una pregunta para la que no tengo respuesta, una pregunta que llevo evitando meses y meses ya.

Me acerqué a él y me metí de lleno en la trampa que aquella pequeña parada de bus suponía. Hablé yo primero, adelantándome a cualquier cosa que pudiera decir, y le disparé varias preguntas a quemarropa.

-¿Qué tal? ¿Cómo lo llevas? ¿Hace frío, no?

La cuestión era mantenerle ocupado, hablando de nada.
Pero no duró mucho aquella prolongación de lo inevitable.

-¿Cuál vas a coger?.- Me acuchilló.

Ya está. Tenía que elegir el número con el que sentenciarme. Una vez supiera mi autobús, no tendría escapatoria.

Pero los planetas se aliniaron, el cielo se iluminó, el tiempo se detuvo y las ranas criaron pelo. Y entre todas aquellas cosas, un verdoso 71 destelló sobre la cabeza de un conductor medio calvo.

-Justo ese, el 71.

-Ah, bueno, esque te iba a preguntar que...

Pero yo ya estaba alejándome y sacudiendo la mano en señal de adiós, mientras le gritaba un "¡Ya hablaremos!".

Corrí sonriente hacia el autobús. Solo me faltaba perderlo.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Conversaciones de paso (I)


En el autobús, justo antes de bajar en la parada. Madre, padre e hijo pequeño.

Madre: - Hijo por favor, estate quieto un segundo.

Hijo: - Papá, ¿Me puedes decir cuánto es un segundo?

Padre: - Em.. ... ... ..no.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Sentados en corro


Entró y nos vio a todos sentados en el suelo. Cada uno un poco a su aire, pero juntos al fin y al cabo.

-¿Qué haceis, una manifestación?

-............ sí.- Mentí, más por aburrimiento que por maldad.

- Em...... mmhh.... luchamos por nuestros derechos y tal.

-Ah, bueno... no, no, no os levantéis, no hace falta, seguid, seguid.

Pasó a nuestro lado vistiendo una curiosa sonrisa y sin dejar de mirarnos. Parecía simpática, la clase de persona con la que puedes conversar acerca de todo y nada. Por un momento, pensé en sugerirle un atractivo: "No nos mires, únete!". Comenzó su labor, y, cada pocos minutos, aparecía y nos miraba rápidamente. Sonreía para sí y volvía a trabajar.

Al poco rato, acabé mi entrevista y salí del despacho. Ella venía en dirección contraria y el pasillo no era muy ancho. Al cruzarnos, la miré a los ojos.

- Hasta luego.- Dije.

Ella pasó de largo, sin mirarme siquiera. Empujó el carrito de limpieza, cogió la mopa, y continuó su labor limpiando en otro pasillo.

Supongo que, en ocasiones, hay un momento oportuno y fugaz. Una vez se marcha, ya es inútil recuperarlo.

martes, 13 de noviembre de 2007

Un Conte mal Contat



- Pasa, pasa, está abierto... al final sólo has venido tu...

El joven abrió con cautela la puerta y entró en la estancia. Siguió a aquellas dos esferas azules a lo largo de la sala hasta otra habitación más pequeña y mejor iluminada. A lo largo de las paredes, centenares de frascos se disputaban el lugar con gruesas velas de cera. Aquí y allá algunos de esos recipientes, suspendidos sobre pequeñas llamas, burbujeaban y desprendían espesos vapores...

No había sido fácil llegar hasta allí. Partió de su tierra sin ningún tipo de orientación, y atravesó las praderas enemigas. Durante el viaje observó a esas criaturas extrañas que se afanaban con enormes hierros dorados y los hendían una y otra vez en el suelo. ¿Acaso estaban jugando? Pobre gente... En la fortaleza, deambuló por innumerables pasillos adornados con vitrinas llenas de baratijas, y reconoció a antiguos hermanos en sus paredes. El azar quiso que una puerta se cerrara delante de él, no sin antes mostrar dos brillantes zafiros en su interior.

Ahora estaba frente a ella, frete a ellos, cada vez más azules y más grandes. Dos pozos repletos de sabiduría. El joven temblaba y sus nervios le traicionaban en cada movimiento. Hasta que ella habló:

-Dime, ¿Qué quieres saber?

lunes, 12 de noviembre de 2007

La luna de Valencia


Valencia es una ciudad de noche. Es una cidudad de bares y discotecas, de parques apagados y edificios iluminados desde el suelo.

Pero también es una cidudad de repartidores de periódico, de tranvías que comen demasiado y de calles mojadas en negro. El sol nunca llega a Valencia. Sale al este de la universidad, en los departamentos de investigación lo encunetran todos los días. Escala el pequeño tramo hasta que se posa sobre el ágora y comparte una ensalada. Se acerca al rectorado y resbala sobre los metales de informática.

Pero no entra en Valencia. Valencia tiene otra luz. La luz roja de los discos que cuelgan a lo largo de Blasco Ibañez. La luz verde de las cruces sobre los portales. El azul de los teléfonos, el blanco titiritante en las tripas de un autobús. Y el negro alrededor.

Quizás no sea cierto, pero yo no me he atrevido a comprobarlo.

domingo, 11 de noviembre de 2007

El todo es más que la suma de sus partes

A pesar del tiempo, siguen siendo pocas las diferencias que encuentras al reencontrarte con la gente cercana, tu gente. Quizás un corte de pelo, un bigotillo incipiente o una camiseta nueva, pero pronto pasan a la familiaridad. Sin embargo, esas expresiones graciosas, esa broma estúpida o el leve movimiento de cabeza que te indica que que están pensando lo mismo que tu, te demuestran que siguen siendo ellos. Es como si el tiempo se acortara. O más bien se dividiese. Retomas tu vida allá donde la dejaste hace meses, y lo que haya pasado en ese intervalo, sólo es un corto tema de conversación que adorna el momento.
El todo es más que la suma de sus partes, decía hace tiempo Aristóteles. Pues bien, tenía razón. Nada como agruparnos en torno a un plato de guacamole, un mus de chocolate y nata ( lo veo y subo ) o veinticuatro litros de pócimas secretas... Y aunque dos mas dos sea mejor que uno mas uno mas uno mas uno, aún espero el cuatro.
Muchas gracias a los tres por haceros un año más, viejos. Siempre es un placer acompañaros. Felicidades.

>La salsa queda descartada. Probaremos con la bachata.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Barbie días de triunfo

Barbie días de lluvia cambió sus botas de agua por una bata blanca y unas gafas de plástico 3 tallas más grandes. Así empezó lo que más adelante terminó como una carrera contrarreloj y gruesas pinceladas moradas bajo los ojos.
Como todas las cosas inesperadas, empezó de forma divertida. No solemos ver la nube negra hasta que la tenemos encima, y cuando nos quisimos dar cuenta estabamos envueltos en medio de la tormenta. Buscamos ayuda, y, como viene haciendo la ciencia desde sus orígenes, optamos por subirnos a hombros de gigantes para alcanzar aquello que como enanos no podíamos agarrar. Pero nuestros hombros estaban mal formados, y nuestros gigantes cogeaban de demasiadas patas.
Así que echamos mano de la imaginación y de la cafeína, y elaboramos un complicado sistema de trabajo acompasado. Ella soñaba con las letras mientras yo las escribía, y luego yo me enfrentaba a las líneas curvas en mis pesadillas, al mismo tiempo que Barbie días de excel las interpretaba.
De esta manera, se nos echaron encima horas insospechadas que ni siquiera existen en el reloj y deambulamos por las hojas blancas y negras una y otra vez, una y otra vez.

Al final, Barbie días de triunfo me ha sorprendido con buenas noticias. Una alegría insospechada y un motivo de celebración. Para la próxima, ya nos encargaremos de leer mejor.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Inauguración?

Hola a todos...

Al final he caído. No se si por curiosidad o por aburrimiento, pero el hecho es que publico post e inauguro blog. Como tantas otras cosas, solo el tiempo nos dirá si ha sido una buena idea. Por el momento, me dedicaré a escribir aquello que se me venga en mente, cuando disponga de ese tiempo.

¿Porqué un blog y no un fotolog?
Pues por pura comodidad. Sigo sin poder firmaros (Que lástima :P), lo cual no implica que no me pase de vez en cuando a leer un poco lo que escribís y tal. Por otro lado, tampoco creo que fuera a ser capaz de actualizarlo con fotos cada vez, y al menos con esto no tengo que añadir una foto cada vez que quiera decir alguna tontería.

Bueno creo que probaré a ver si se publica. Un saludo a todos.

Miguel