jueves, 20 de diciembre de 2007

Crónica de una muerte anunciada (Parte 1).- 18 de Diciembre, fun fun fun.

Era la única solución. No había ninguna otra posibilidad. Reunirse esa misma tarde, con apenas 3 horas escasas para organizar todos los preparativos. Somos así de previsores, nosotros.

Desde el momento en que bajé del autobús supe que las cosas iban a salir bien. Seguí a la constancia por las calles del centro, cuidándome mucho de que no me viera. Hice lo que tenía que hacer y volví al hogar, donde en demasiado poco tiempo lo desorganicé todo lo mejor que pude. (Estaríamos entrando pues en terreno de striptease). Junto a mi luz, recorrimos las llanuras del lugar brincando entre los charcos y blandiendo el paraguas.

Llegamos saciados y con la ropa más oscura de lo que era al salir, y subimos a la guarida prenavideña. Allí nos recibió nuestra conciencia, que había optado por disfrazarse de punky para la ocasión. Pronto saludamos al resto de participantes y al anfitrión, el humor, que junto a la diversión, había jugado a ser cocinero. (Una reverencia desde aquí).

No recuerdo el tiempo que estuvimos sentados, pero fue poco en comparación con el tiempo que hacía que no me lo pasaba tan bien. No se si fue la cena, o el hecho de pensar en lo que se avecinaba, o simplemente la buena compañía, pero momentos así se recuerdan (y a otros también se les recuerdan).

Al acabar, llegó el momento de invertir la asignación, y cada uno recibimos un poquito del otro, envuelto en misterio y diversión. Yo por mi parte, agradezco a la sonrisa el fantástico detalle. Todo un acierto.

Personalemtne, habría alargado la noche hasta que hubiera dejado de serlo, pero el cariño tenía prisa, y la diplomacia también. Qué mejor compañía para regresar.

Me mantengo en lo que dije un año atrás:
Si no fuera por vosotros, ya habría cambiado.
Muchas gracias
.


viernes, 14 de diciembre de 2007

Nueva libreta

Una pareja de niños, de entre 8 y 12 años, andando de la mano frente a la lonja.

Niña: -Esque Madrid... nose, la zona buena es muy cara....

Niño: -Ya, bueno. Pero Madrid tiene otras zonas, y los pisos allí no son tan caros... y no están mal.


De nuevo ante Qwerty

martes, 11 de diciembre de 2007

Motocicletas diferenciales


-Imagínense que están en una isla desierta- dijo el profesor mientras escribía extraños garabatos en la pizarra- Y necesitan resolver este sistema de ecuaciones diferenciales para salir...


A lo largo de toda la clase se oyeron carcajadas.


Al percatarse del ruido, el profesor se giró.


-No se rían. Quizá no necesiten resolver el sistema para salir de una isla desierta, pero, ¿Cómo se creen que hemos llegado a la luna? Se requiere de esto, y de mucho más. El talento es importante, sin duda, pero es mucho más importante la imaginación.



Porque dormir más es vivir menos

viernes, 7 de diciembre de 2007

Un troncho de pavo

Haberlo hecho el 28 habría sido lo suyo. Pero dame pan y llámame tonto.


Pasaban los días y no había forma de coincidir.Fue mientras conocía infinitas caras que jugaban a cambiarse los nombres cada día, y las idas y venidas de la fiebre se subían a los autobuses nuevos y los tranvías.

Cuando me acostaba, cansado, tras volver de estudiar, él descansaba y estudiaba la quinta cerveza en algún bar. Yo me levantaba, confundido, para asistir a la universidad. Él siesteaba, fundido, en un universo de resacas.

Hasta que un día, la silueta que adornaba la litera de arriba, aquella que venía de serie con la habitación, junto al flexo roto y el cubilete robado, bajó de sus alturas.

La vi oscura, casi negra, calva (realmente creía que era calva), mientras bajaba de su puesto de trabajo. Y entonces, una cabeza por encima de mi, me dijo:

-Em...hola, em... me llamo Héctor.

lunes, 3 de diciembre de 2007

El mecánico de mecheros

El millonario guaperas decidió viajar por las carreteras de montaña con su deportivo nuevo. En una de las mil curvas (aprox.) que había, el coche se le para y es incapaz de hacerlo funcionar. Afotunadamente aparece un hombre viejo subido en un burro. ( IAAA)

- ¿Qué sucede buen hombre?

-¡Hola! - contestó el millonario - Se me ha estropeado el coche... ¿No sabrá dónde hay un mecánico por aquí?


- Pues hombre, en el pueblo hay uno, lo que es un mecánico de mecheros, y no se yo...

El millonario se quedó desconcertado, pues nunca había oído que existieran "mecánicos de mecheros". Sin embargo, contestó:

-Es igual, lléveme con él, si me hace el favor.

-Faltaría más buen hombre, suba al burro que le llevo...


Al llegar al pueblo, tras una entretenidísima conversación acerca de la fauna y la flora local, el hombre le pide al mecán
ico(de mecheros), que le eche un vistazo a su coche. En otro burro (La moda del lugar) se acercan los dos hasta el coche.

-Bueno, aquí es, mire a ver si puede hacer algo por favor.- Dice el millonario.


El mecánico se baja y mira el coche. Abre el capó. Lo cierra. Le da unas pataditas a las ruedas. Los asientos. Abre el maletero. Lo cierra. Las ventanillas. Revisa un poco por encima todo y luego dice:

-¿Tiene gasolina?

-Si, claro.

-Entonces... esto va a ser cosa de LA PIEDRA.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Imperdonable


Ayer por la noche vinieron a visitarme unos pájaros negros y amarillos. Hacía tiempo que no les veía, y de alguna manera, les echaba de menos. Lo supe por la alegría que me entró al verles, pese a todo. Me invitaron a volar un poco con ellos, a desempolvar las alas. Fuese o no necesario, accedí.

Dicen que no apreciamos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Yo creo que de alguna manera, a veces, deberíamos obligarnos a perder lo que tenemos para apreciarlo después. Quizás así disfrutaríamos más y nos arrepentiríamos menos.

¿Tocó porque me vio, o simplemente iba a suceder a pesar de mí?