Haberlo hecho el 28 habría sido lo suyo. Pero dame pan y llámame tonto.
Pasaban los días y no había forma de coincidir.Fue mientras conocía infinitas caras que jugaban a cambiarse los nombres cada día, y las idas y venidas de la fiebre se subían a los autobuses nuevos y los tranvías.
Cuando me acostaba, cansado, tras volver de estudiar, él descansaba y estudiaba la quinta cerveza en algún bar. Yo me levantaba, confundido, para asistir a la universidad. Él siesteaba, fundido, en un universo de resacas.
Hasta que un día, la silueta que adornaba la litera de arriba, aquella que venía de serie con la habitación, junto al flexo roto y el cubilete robado, bajó de sus alturas.
La vi oscura, casi negra, calva (realmente creía que era calva), mientras bajaba de su puesto de trabajo. Y entonces, una cabeza por encima de mi, me dijo:
-Em...hola, em... me llamo Héctor.
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2 comentarios:
Mira un conejo!
Yo esta tarde he visto uno.
Donde?
Por ahi.
Entre dos piernas.
mmm.... conejos.... "she's like a rainbooooow!!!"
qué grande esta canción... qué grandes los pasos dados por Austria... los viejinos vestidos de tirol... felices días aquellos.
wake up! --- y esa canción de chop suey =D
Ich vermisse ein verrückt mit lange Haare...
Paz y amor, y mucho sexo y metal!
La Dama del Lago
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