
Valencia es una ciudad de noche. Es una cidudad de bares y discotecas, de parques apagados y edificios iluminados desde el suelo.
Pero también es una cidudad de repartidores de periódico, de tranvías que comen demasiado y de calles mojadas en negro. El sol nunca llega a Valencia. Sale al este de la universidad, en los departamentos de investigación lo encunetran todos los días. Escala el pequeño tramo hasta que se posa sobre el ágora y comparte una ensalada. Se acerca al rectorado y resbala sobre los metales de informática.
Pero no entra en Valencia. Valencia tiene otra luz. La luz roja de los discos que cuelgan a lo largo de Blasco Ibañez. La luz verde de las cruces sobre los portales. El azul de los teléfonos, el blanco titiritante en las tripas de un autobús. Y el negro alrededor.
Quizás no sea cierto, pero yo no me he atrevido a comprobarlo.
2 comentarios:
Miguel!! primera vez que te comento...jejeje eso significa que visito tu blogspot, una pregunta entonces te gusta valencia más que altea o te parece triste un lugar sin luz?...
Hombre yo imagino Sandra que le gusta Valencia peor nose refiere tampoco ala ciudad en si si no a que nos apsamos la vida en el poli!!!!!! llegamos cuando no vemos ni si quiera el sol y salimos de aquí obviamente sin verlo, solo viendo oscuridad y la luz de la ciudad :S
Joer miguel ha valido la pena leerme todo que desde la inauguración no entraba! (=
Me ha gustado mucho ehh!
Que bien escribes
ñañañañaña (=
Ya te comento tb en las otras cosas y eso sigue durmiendo dos ordenadores más allá de mi.
Publicar un comentario