-¡Sorpresa!
-¡Felicidades!
Ambos gritos se mezclaron desde decenas de lugares en la vieja cuadra mientras se encendían los tubos fluorescentes. Su cara se configuró de forma extraña, nueva, bajo la avalancha de cuerpos que se precipitaban sobre él para abrazarle.
Pero ninguno llegó a tocarle. En cambio, formaron un semicírculo a su alrededor y sonrieron. Allí estaban. Los miró uno a uno sin dejar de mantener la extraña faceta. Algunos venían de lejos, en coche o en tren. Otros habían mentido, otros se habían excusado, otros llevaron a cabo una gran organización, y ahora, todos ellos, le miraban a él.
Tras cortar el infinito de aquél momento de silencio y reconocimiento, llegaron las risas y los abrazos. Llegaron las explicaciones, como llegan los finales en los libros de detectives. Y, a continuación, llegó la comida y la bebida, la música y en directo, y la noche se prolongó hasta que los lobos dejaron de aullar.
Personalemente me gustaría agradecer la fantástica hospitalidad recibida, tanto en las tierras de Tiana como en la cima de la montaña. Fue un placer.
Felicidades tío, haces que merezca la pena.
2 comentarios:
FELICIDADES!!!!!!!!!
Gracias tio!!!
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