miércoles, 7 de abril de 2010

En el gran castillo

El lugar estaba superpoblado. Como una clase con alumnos de más, y mesas de menos. Demasiadas caras familiares.
Yo llegué con una vela y un conejo, esperando no pasar desapercibido. Cleopatra, tras la barra, ofrecía hielo amablemente a quien quisiera.
Aunque las caras vistas ofrecían sonrisas Colgate, las ocultas revelaban cierta tensión, que se apoderá enseguida del ambiente. Y entre ellos, tú.
Tan alegre como siempre, tan distante como nunca. Pronto sentí la angustia en el pecho, la falta de aire en mis pulmones.
Huí, huí con mi vela y mi conejo, dejando tras de mi sapos, reinas y princesas.
Me encerré en mi propia prisión, contando los segundos que quedaban para que la esperanza se acabara.
Y, entonces, estando apunto de apretar el gatete, llamaron a la puerta.

Look at me, I'm not old, but I'm happy

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